Juan Goytisolo recibió el Premio Cervantes, que anualmente concede el Ministerio de Cultura de España a propuesta de las Academias de la Lengua de los países de habla hispana , en un solemne acto en el paraninfo de la Universidad de Alcalá presidido por los Reyes de España. El galardonado, ferviente defensor del Gran Marruecos, acudió al acto con el atuendo típico del país magrebí, para estupefacción de los asistentes. En su discurso ante los Reyes el galardonado aludió a PODEMOS, sin que al Rey Felipe VI se le moviera una pestaña ni a la Reina Leticia, quien estrenaba su nueva look ‘bob’, se le corriera el rimel.
Tampoco el discurso del premiado ‘A la llana y sin rodeos’ fue del gusto de las autoridades presentes. Al ministro Wert, al presidente de Madrid I.González y al alcalde complutense J.Bello no les sentó nada bien el colofón de un discurso lleno de alusiones cervantinas, como dardos para explicar la realidad : «Digamos bien alto que podemos. Los contaminados por nuestro primer escritor – en alusión a Cervantes – no nos resignamos a la injusticia». Tal fue el atraganto de las autoridades políticas por esas palabras, que se negaron a asistir al homenaneje gastronómico preparado en la Hostería del Estudiante. Algún medio local de la ciudad, concertado con alcaldía, también se apuntó a las críticas al insigne premiado,autor de ‘Juan Sin Tierra’ , ‘Campos de Níjar’ o ‘La Saga de los Marx’ con el consiguiente revuelo en la patria chica del autor del Quijote, que se despachaba con este titular: «Goytisolo deja en Alcalá una ristra de agravios por su grosería «.
Por el contrario, el rector Galván, que es persona culta y candidato a ingresar en la Academia de la Lengua, entre otros académicos y algún político de casta como Alfonso Guerra no renunciaron a degustar el cuscus de cordero que se sirvió en esa afamada Hostería.